martes, 22 de febrero de 2011

ÚLTIMAS TARDES CON TERESA, por Juan Marsé

Acababa de leer por Internet que Juan Marsé publicaba este mes su próxima novela “Caligrafía de los sueños” que como muchas de sus novelas, está ambientada en la Barcelona de los años 40-50 y aviso….en breve habrá post de ella, porque ya ha caído!

Tenía ganas de volver a leer algo de Juan Marsé, de hecho tenía ganas desde hace ya algún tiempo, pero no me decidía por ninguna de sus novelas y ésta está fresca, así que es la elegida…

La culpa de mi enganche con este libro la tuvo mi profesora de lengua en el instituto, fue una de las lecturas obligatorias del curso. Lo cierto es que el título me sonaba y no sabía de que…pero pronto me acordé: en la estantería de la salita de mi abuela! Así que no lo dudé, se lo pedí y upsss…no lo he devuelto! Luego la llamo y lo arreglo, pero el libro me lo quedo.

Todo y que me guste Moccia, debo indicar que precisamente no fue él quien tuvo la primicia de relatar los amoríos de una niña bien con un rebelde con moto (veáse “A tres metros sobre el cielo”), teniendo en cuenta que el libro al que nos referimos hoy data de 1965…

Describiendo una Barcelona a finales de los cincuenta, donde las diferencias entre barriadas era mucho más notable que ahora nos encontramos a Teresa una niña bien residente en Sant Gervasi que pasea con su descapotable por Barcelona y su mayor interés es ser rebelde (a su entender, y al entender de los de su “clase”) y por otro lado a Manolo (más conocido como el Pijoaparte) sobrevive en el Carmel robando motos para venderlas a piezas mientras sueña en lo que vulgarmente se conoce como “pegar el braguetazo”.

En una verbena de las de antaño conoce a Maruja y después de pasar la noche con ella en una gran casa en Sant Gervasi, descubre que sirve allí, la casa de Teresa. Un desafortunado incidente lleva a Maruja al hospital donde coincidirán cada tarde el Pijoaparte y Teresa, a raíz de aquí se iniciará una relación entre los dos que desembocará en romance.

La novela fue el trampolín a la fama de Juan Marsé y un paradigma del realismo de la época. La novela fue llevada a la gran pantalla el 1984 con el mismo título.

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